Durante los últimos ocho meses he tenido un problema gigante
con la tecnología… Viví por cinco meses
en una casa sin wifi en Londres y luego regresé a casa de mis papás, teniendo
ahora wifi ilimitado pero con una computadora que decidió tomarse un sabático
informativo (del que regresó solamente hasta que mi papá la reformateó), y con
un celular que aparentemente trae un ángel lloroso detrás (porque como que
parpadea y se regresa a la página anterior, o a la última persona que marqué, o
a la página de inicio…). Esta situación
me ha hecho tener un poco de retraso tanto con mi blog como con mi tercera
novela, por lo que pido una disculpa por parecer que los ignoré por unas
semanas…
Les contaré brevemente que para entretener mi mente y además
acomodar aspectos importantes de la novela en proceso, lo que hice fue
reacomodar varias secciones específicas de la casa de mis papás (ya había
terminado con mi cuarto y baño, que organizados ya estaban, porque cuando me
fui hace año y medio lo dejé todo impecable…
pero un año y medio es un año y medio, y a fin de cuentas no recordaba
qué había en cada sección, además de que se me antojó reconfigurar los
libreros, lo cual amo con locura, así que le metí mano al cuarto por una
semana.) Después del largo paréntesis, acomodé
ciertas áreas generales de la casa, como el closet de blancos, la cocina y
parte de la cochera… Ya que si me
corresponde o no energética, generacional o emocionalmente es otro rollo; la
realidad es que me sirvió como muy pocas cosas me han servido. Fue una terapia excepcional (y continúa, ya
que ahora estoy con los libros de mi hermana…).
Tengo años de limpiar mi mente por medio de limpiar mi
entorno, y ya el año pasado algunas personas me pidieron ayuda al empacar o
acomodar sus cuartos durante las mudanzas de fin de ciclo, y ahí me surgió la
curiosa idea de dedicarme a ello profesionalmente. Sé de gente que presta sus servicios para
poner el árbol de Navidad o para acomodar closets, estudios, cocheras o, en los
lugares donde se usan, sótanos… Es algo
que me parece absolutamente fenomenal: el uso adecuado y estratégico de
espacios, crear vistas atractivas en lugares que parecían no tener
arreglo… crear orden en los recovecos
del cerebro a través de crear orden tras puertas cerradas o entre los libros y
archivos… Sé que a mucha gente no se le da, o simplemente no tienen tiempo para
ello, así que puede ser buena estrategia comenzar a establecer esa técnica como
surtidor de dinero de bolsillo… Eso, y
el hecho de que mi mamá es compradora compulsiva de libros (de tal árbol tal
flor), y que hace unas semanas me llegó con un libro titulado El Elemento, de Ken
Robinson, me abrió los ojos a los amores y deseos (y gustos, por supuesto) tan
diversos para vocaciones que existen en el mundo…
Después de leer el libro me surgió una lista… Ehh… una lista de trabajos “perfectos” para
mí. Nótese el uso anticipado de
comillas. Estos trabajos “perfectos” son
los que hubiera hecho de haber tenido oportunidad… jajajaja, ya sé lo que están pensando en este
momento: “El hubiera no existe”.
Efectivamente, ya para mí éste hubiera no existe, pero quizá para
mucha más gente sí, así que quisiera compartir la lista como manera de alentar
a esas personas a buscar dentro de éstas opciones, o inclusive abrir sus
propias opciones, y hacer todo lo posible para encontrar su propio ELEMENTO.
Primero un pequeño anuncio rápido para el libro: es
verdaderamente genial y te hace descubrir un millar de cosas que quizás nunca
habías considerado… rompe paradigmas y
hasta te hace reencontrarte con tu niño interior en otro plano, o sea el plano
de la pasión por determinada actividad que tal vez de adulto pensaste que no
era posible porque “tienes que hacer dinero y mantener una familia…” (una razón
muy válida, pero también es válido considerar que cuando encuentras tu elemento
en ocasiones puede ser mucho más fácil hacer dinero porque estás haciendo lo
que realmente te gusta) … (por desgracia no lo digo por los artistas, porque
ahí sí nosotros nos las vemos negras con cuestiones financieras, pero quizá a
los artistas nos puede ayudar a decidir qué queremos hacer mientras nuestra
verdadera vocación florece… o incluso a
manejar nuestra vocación artística de manera tal que el dinero llegue más
fácil) … En fin, es un muy buen libro y recomiendo mucho leerlo ;)
Habiendo dicho esto, quiero que consten dos cosas: 1) que
soy mucho más feliz que nunca desde que decidí hace años que mi verdadero ser
es el de escritora, y 2) que estoy perfectamente consciente de que si no elegí
ninguna de estas vocaciones es porque no las amaba lo suficiente, ¡o al menos
algunas partes esenciales de ellas!
Empecemos:
5.- Animadora.
Desde
muy chiquita, yo quería hacer caricaturas de Disney… ¡pero esas caricaturas ya no existen! ¡Pfft!
Bueno, existen varias que todavía están hechas con el formato original
de caricatura, pero siendo honesta, no me gustaría trabajar en ninguna de ellas
más que en Anime. De hecho, durante la
preparatoria fui ardiente fan del Anime y todavía hay ciertas cosas que me
encantan, como Miyazaki, Escaflowne, o inclusive el Anime de Nickelodeon:
Avatar, tan genial como el original de Japón…
En fin, desde que vi un documental de Disney en el que explicaban cómo
se hacían las películas cuadro por cuadro y cómo se usaban varias capas para el
movimiento específico de cada personaje por separado, quedé prendida. Tendría unos doce años cuando vi eso, y de
hecho la idea original de Cassandra y su mundo era animado… Ahora, oportunidad sí la tuve: para empezar
yo dibujaba todo el tiempo, principalmente Anime, y en una ocasión hasta empecé
a hacer un pequeño libreto con mis personajes en acción, pero lo dejé por la
paz cuando me di cuenta que no tenía el tipo de paciencia necesaria para
dibujar un solo personaje miles de veces en distintos grados de movimiento y
ángulo durante la creación de cada capítulo y/o película… ¿Ahora ven porque les digo que tengo
conciencia de que ciertas cosas de la práctica no me convencieron en estos
trabajos soñados?
El caso
es que entré a Diseño Gráfico y salí corriendo, porque me percaté que la
preparación para tener la calidad y experiencia suficiente para dibujar lo
adecuado para el tipo de caricaturas que yo quería hacer, era empezar por jarritos y monitos de madera en distintas
posiciones… y eso me abrió los ojos: no
tenía la pasión suficiente como para pasar por toda esa preparación.
Como
quiera que sea, para la gente que quiera dedicarse de lleno al Anime o a
caricaturas como Los Simpson o Los Padrinos Mágicos, o a la animación por
computadora (que también tiene un mérito y una belleza fenomenal), si tienen esa pasión y esa paciencia tan
particular, ¡no la dejen ir! Empiecen
por comics publicados localmente, por youtube, por blogs, ¡por lo que tengan a
la mano! Es un sueño encontrar el
Elemento, y hoy más que nunca tenemos un panorama muy abierto y completo para
dar a conocer éste tipo de trabajos tan personales como es el dibujo, la
escritura, la danza, el canto y la actuación… hazlo y algo bueno habrás de
recibir ;)
(Claro
que sé que muuuuucha gente ya lo hace, ¡felicidades papa aquellos aventados!)
4.- Bailarina en coreografías.
En
coreografías, o sea, parte de la compañía en un teatro dedicado a musicales
como Wicked o We Will Rock You; o como bailarina en videos de Michael Jackson,
Nelly Furtado o Enigma… Ehh, o ahí sí
sería vendida y m iría con el que pague bien. No, no, todo menos reggaetón y
rancheras, eso es obvio para mi persona, pero me refiero que si los Backstreet,
N’sync o Christina Aguilera me hubieran llamado, en un santiamén les caía (ya
no digo One Direction o los de Glee, porque sí estoy un *poquito* grandesona para
esos grupos, pero Christina, Justin o hasta Lady Gaga todavía me podrían
hablar…) (Si estuviera preparada, claro, no me salgan con que ya me estoy
haciendo sueños guajiros… esto es un
“hubiera”, ¿recuerdan?).
O la
otra opción de baile, ya que mencioné Glee (que ahí sería baile y canto, y eso
ya va más abajo en otra categoría), pues sería en películas musicales… Moulin Rouge, Chicago, o inclusive High
School Musical y/o algunos programas que sacaron episodios musicales especiales
se incluyen en mi lista de lo que me hubiera gustado… Todavía hoy tengo una visión curiosa de que
si mis libros de Pentacle se llegaran a hacer película, me gustaría que los
créditos finales fuera una coreografía de una de mis canciones favoritas que
representara el tono de la historia… Ese
sí es sueño guajiro, ¡jajaja! Para
empezar, mis libros, tanto como películas, no…
me gustaría más como mini series, pero pues primero tengo que terminar
el primer libro y luego publicarlo, ¿no?
Jajaja, ESE es el rollo, nomás…
Dejando a un lado eso, regresemos al baile…
… Y de tener oportunidad, sí
tuve… bailé mucho de chiquita: toda la
primaria en festivales y todas las graduaciones posibles hasta la preparatoria… Y luego comencé a tomar clases en el gimnasio
como el Body Combat y Dánza Árabe, que incluso ahora me encantan, así como a
clases de salsa y tango en distintas ocasiones; pero la verdad es que ese tipo
de actividad requiere mucho tiempo de preparación (los baliarines profesionales
empiezan desde los 4, 5 o 6 años, y practican de 4 a 10 horas al día,
dependiendo del tipo de show que sea), y de ese tiempo no me permiten disponer
mis libros… O sea, lo que estoy diciendo
es: si no tuviera la escritura, quizás, *solo* quizás, le dedicaría mi vida
artística al baile. Y Durango, chiquito
como ha sido por la mayor parte de su vida hasta hace una década o dos, ofrece
muy buenas academias de baile. De hecho
México tiene muy buenas academias de baile en general… Bueno, creo que para la gente que quiera
dedicarse a eso, es buena opción en donde quiera que esté… podría estar equivocada, pero quizás el baile
es el arte más accesible en cualquier parte del mundo, así que para los que
quieran hacer de él su vida, aunque empiecen tarde hay muchas maneras de
lograrlo… ¡Ánimo!
3.- Patinadora sobre hielo.
Jajaja,
no, aquí sí me voy lisa porque de esta nomás no tuve ninguna oportunidad ni de
chiquita ni de grande… la primera vez
que me metí a una pista de hielo tenía 17 años y parecía más una Bambi caderona
que alguien que sepa siquiera caminar…
La verdad fue un sueño que tuve por muchos años y que cumplí ya tarde
(ehh, patinar, no *convertirme* en patinadora artística), y no me era fácil
regresar continuamente para aprender realmente, así que ahora lo que hago es
que de vez en cuando, si se me atraviesa una pista enfrente y la gente con la
que voy quiere entrar, pues me meto, le doy dos o tres vueltas agarrada de la
orilla, y luego me despego y me voy de lado a lado por el centro unas cuantas
veces hasta que se acabe la hora, todo el tiempo asombrándome de los que hacen
piruetas por el centro o se persiguen con toda facilidad…
Cuando
me toca ver competencias en la tele, no hay nada que me azore más que la
fluidez y la estética de los movimientos…
y surge el “ya quisiera”, pero de esa sí no hay nada más que hacer… Independientemente, hay muchísima gente que
ya lo puede hacer de manera profesional en la mayor parte del mundo, así que
también les doy ánimo a las personas que hayan encontrado su elemento en el
hielo… Espero que los que lo estén decidiendo
estén consientes de que para eso hay que practicar buena parte del día, entre 4
y 10 horas (igual que el baile, y de la misma manera los profesionales han
empezado a los 4, 5 o 6 años), dependiendo de las rutinas o los eventos para
los que se estén preparando… Y pues no
todos pueden llegar a las Olimpiadas, claro está, pero hay varias opciones
mucho más accesibles, incluyendo los circos…
Y lo digo porque el Holiday on Ice acaba de estar aquí en la ciudad y me
dejó impresionada… La calidad de los
patinadores es en verdad bastante alta, y las coreografías y acrobacias no le
piden nada a otros eventos más “serios”.
Pero bueno, eso ya más bien depende de lo que cada quien quiera hacer
con su propio patinaje…
Ah, y
nomás para cerrar esta sección, no se me ocurre nada mejor que el patinaje para
estar en perfecta forma física, aunque claro que se tiene que mezclar con otras
actividades de vez en cuando, como las abdominales (que esas van en todo), el
yoga, pesas, y hasta deportes en equipo, pero uno puede estar seguro que aún
tomando el patinaje como hobby o como ejercicio de rutina en vez de ir al gym,
cosas muy buenas le pasaran al cuerpo ;)
2.- Actriz.
Durante
un momento de mi vida pensé en esto muy seriamente… de hecho estuve en varios talleres aquí en la
ciudad e inclusive uno en Vancouver, muchas veces incluso pensando en que eso
me abriría las puertas a desarrollar mis historias como serie o película, pero
por fortuna un día agarré la pluma y no paré hasta tener La Sombra Detrás en
primer borrador… digo por fortuna no por
la actuación, sino por mi amor por la escritura. Respecto a la actuación, esa es como la
pintura o la escritura en el sentido que no importa a qué edad empieces para
lograr cosas muy grandes… excepto que
hay cosas que ya no podrías hacer, como los musicales o las películas de mucha
acción… Y eso, irónicamente, es lo que
me gustaría hacer en ese mundo: Fantasía, Súper Héroes, Musicales y Sci
Fi… ¡tanto en películas como en series!
O, hablando de series, una sitcom como Friends , Scrubs o Community me caería
al centavo… No me interesa el drama,
aunque se supone que ahí es donde el actor se manifiesta como actor *serio*.
En la sub-sección de musicales se
incluye la cuestión de las coreografías, pero aquí ya sería como personaje
principal, no como parte del grupo de fondo…
Ah, eso sí, aunque cantara en película, nunca podría trabajar en teatro
como principal (ni en musical ni en “normal”), porque nomás no tengo pulmones,
y a eso sí no le tengo pasión como para dedicarle tiempo a sacar voz para
teatro… Ahí entraría Glee, pero pues es
la misma situación: una cosa sería cantar en una película o en un episodio o
dos de los programas en los que trabaje, pero cantar todo el tiempo para todos
los episodios nomás no me convencería, jajaja.
Claro, cuando tiene uno la pasión pues lo hace sin importar el tiempo de
preparación.
En cuanto al resto de las
películas: para fantasía, súper héroes y sci-fi, ahí sí se necesita muuuucha
acción, y por lo tanto estar extremadamente bien físicamente. Regresamos a las cuestiones de la danza y el
patinaje: en este caso la actuación cae en esa misma categoría, como actividad
que es prácticamente deporte. Antaño
existían los dobles, quienes eran los que realmente se aventaban toda la
acción, pero ahora, gracias a Angelina Jolié, Ewan McGregor, Will Smith, Bruce
Willis, el cast completo de El Señor de los Anillos, el cast completo de los
Avengers, y un montón de actores igual
de aventados, ya se está manejando que la mayor parte de la acción la lleven a cabo
los mismos actores y que los dobles entren solo en las escenas de mayor riesgo…
¡Y eso se me hace absolutamente divertido y atractivo!
Pero en realidad todos los
actores deben estar en su mejor estado físico todo el tiempo; no es solamente
por estética o vanidad, porque nunca saben qué clase de escena les puede tocar
en un momento dado, y en ocasiones hasta pararse y caminar por horas y horas en
stilettos durante el día puede ser suficientemente extenuante, aunque a
nuestros ojos no lo parezca. En realidad
tienen que estar en buen estado porque si en un episodio o en una obra tienen
que pegar ciertos saltos o trepar alguna pared o simplemente correr por alguna
situación, todo eso no les debe caer por sorpresa. Eso me quedó claro hace varios años cuando vi
a los hermanos Bichir en Extras; la manera en que saltaban para abajo y para
arriba de escenario, y como interactuaban cambiando de personaje a cada rato,
modificando sus apariencias físicas o moviéndose de manera muy distinta a la
anterior, me hizo percatarme de que les tenemos que tener el máximo respeto a
los actores, porque requieren una preparación muy completa que sucede siempre
detrás de cámaras, y que sólo hoy se está empezando a ver con artículos de revistas
o episodios especiales de programas en los que explican la rutina o dieta de
tal o cual actriz o actor, quesque para vernos como ellos… Siii, explican la rutina, pero no dicen que
ellos se la avientan todos los días por varias horas, además de comer ciertas
dietas súper especiales y tener dinero suficiente para arreglar los detallitos que
ni con el ejercicio ni con la dieta se pueden corregir… OK, eso todos lo sabemos de antemano, pero
cuando se leen los artículos a veces es muy fácil olvidarse de esos detalles y
se recuerdan generalmente después de tres o cuatro semanas en el gimnasio…
Y respecto al gimnasio… jeje,
pues esa es la razón por la que no podría manejarme como súper héroe o elfo o
compañera del Doctor… *suspiro muy intenso*…
¡porque odio el gimnasio! Y eso
me quedó muy claro también cuando vi Extras, ya que me percaté que para alguien
que en primera instancia no le gusta correr, ni levantar pesas, ni el yoga (que
está tan de moda ahora, por las más excelentes razones), pues esta cañón que pueda
jamás estar a ese nivel de condición física…
Ahora, ya dije antes que me gustan las clases de Body Combat y Danza
Árabe, así como también paso una enorme parte de tiempo en la caminadora y en
la elíptica, o en los lugares con río pues
hago caminatas al aire libre, pero todo lo demás me frustra
bastante. En primer lugar porque por un
problema de la rodilla tuve que dejar de correr a muy temprana edad, pero no
tuve conflicto con ello, porque tanto eso como los deportes en equipo (o todo
lo que tuviera que ver con competencia) siempre me incomodaron, así que muy
felizmente dejé de correr; en segundo lugar porque nunca me gustó el cuerpo que
se me comenzó a formar con las pesas (aunque nunca las usé para crear músculo
sino para “tonificar”, pero ciertas áreas de mi cuerpo se hicieron anchas y
toscas), además de que el hecho de tener que contar repeticiones me obstruye la
mente; en tercer lugar, porque el Pilates me dejó demás de flaca, perdiendo así
tooooodas las curvas, y eso me molestó bstante; y en cuarto lugar, porque el
yoga, por impresionante y/o ridículo que suene, también me obstruye la mente… me refiero a que las ideas para mis historias
se aflojan y se pierden en las sombras del subconsciente, y eso no me gusta… En
cambio con el Body Combat, la Danza Árabe y la caminata, las ideas fluyen
libremente y se acomodan solas donde van, lo cual me parece absolutamente
brillante.
Una disculpa por la tangente,
aunque si a alguien le sirve pues perfecto ;)
Nomás una última sub-sección de
la actuación antes de cerrar el “ciclo” de la actuación: por mucho tiempo de mi adolescencia quise ser
princesa de Disney… no me refiero a SER
la caricatura, o a vivir en un mundo de fantasía (eso ya lo hago de manera natural
como quiera, jajaja), sino a trabajar en Disney Land o World o Paris (no en
Tokyio porque no podría con el idioma…
eso lo dejo nomás para visita futura…), siendo Bella y caminando con mi
disfraz por el parque y saludando niños y tomándome fotos, y pues quizás siendo
parte del espectáculo, tanto en los teatros que tienen ahí como en los de
Navidad y esas cosas… Bella o Blanca
Nieves, por mi apariencia física, pero prefiero a Bella porque así podría a
veces hasta caminar con un libro frente a la nariz (como como quiera lo hago en
ciertas situaciones desde que tengo memoria), pero ahora con el disfraz y en
medio del parque, lo que me parecería muy divertido. (Aunque a la Bella que
ponen en los parques la ponen con el vestido de baile dorado, así que posiblemente
saldría igual).
Tons, para cierre de ésta sección, nomás me
aviento y digo que se ve muy bonito en pantalla, y los súper héroes y los
héroes de fantasía o sci-fi sí son mis héroes reales, porque veo la preparación
que deben tener para esos papeles y, sinceramente mis respetos… Y también a los
de comedia, porque no es enchílame otra hacer reír a las masas… Además a varios
ya me ha tocado verlos en teatro, en vivo y a toco color, y puedo decir con
entera certidumbre que buenos actores sí son.
Daniel Radcliffe, por ejemplo, tiene más potencial que el que muchos le
acreditaban, y Tom Hiddleston, aunque me dijo a la cara que *no* es el hombre
perfecto, yo ya lo vi en carne y hueso y puedo aseverar que *si* lo es. (Orlando
Bloom, Chris O’Donell y David Tennant, no se me pongan celosos, por favor,
ustedes TAMBIÉN lo son… al fin y al
cabo, no existe regla que diga que solo debe haber un solo hombre perfecto en
el mundo).
Ah, sí, el cierre… a lo que iba es que aún actuando de extra por
un solo día (y conociendo a Steve Zhan, quien también es muy bueno en lo que
hace), me di cuenta que la actuación no es para mí por dos razones: 1) es muy
repetitiva y no permite a mis ideas fluir (para entonces ya estaba descubriendo
los placeres de la escritura), y 2) si nunca voy a poder ni querer estar en ese
nivel de condición física, pues es simplemente por el hecho de que no tenía la
suficiente pasión por la actuación como para hacer el sacrificio por ello…
Para el que la tenga y se quiera
aventar: es un camino largo y lleno de obstáculos y política, pero el llegar a
esa meta de cámaras y escenarios y medios de comunicación masiva, es muuuy
gratificante y muy divertido… aunque siempre se debe estar consciente de que
uno se pone en una situación de mucha vulnerabilidad, pero ese es uno de los
sacrificios que, de estar dispuesto a hacerlo, traerá enormes recompensas…
1.- Archivista.
*Suspiro*
Este es
el sueño… en la British Library, en
algún museo británico o universidad de por allá, o en lugares como en
Barcelona, Nueva York, Paris, Florencia o Milán… O en ciertos lugares de Canadá o México o en
cualquiera de las otras universidades o centros de humanidades del mundo que
quizás por lo pronto no haya siquiera considerado…
Ésta opción la tengo, no
precisamente al alcance de mi mano, sino que es una posibilidad abierta en
estos momentos, y como para esta no hay límite de edad para entrar, ¡pues suena
bien bonito…! Ya de entrada se puede sospechar que algo me frena, ¿cierto? Como esta entrada es para platicar acerca de
cómo descubrí mi elemento, seré sincera y repetiré que mi elemento lo conozco
desde hace veinte años, que es la creación de historias… con eso soy feliz y no hay nada mejor en el
mundo para mi… entonces ESO es lo que me
frena: continuar de estudiante por un año o varios, para entrar a una profesión
que consume igual o más de tiempo que la enseñanza (recordemos que fui maestra
de diferentes materias por siete años antes de hacer la maestría), no me llena
de felicidad. Pero al mismo tiempo,
pensar en archivos, en colecciones de anticuarios, en datos, imágenes y mucho
papeleo, y sobre todo, pensar en catalogarlos y ACOMODARLOS, hace que me
brinque el corazón de pura emoción (o algo así como anticipación). Esta idea me sugiere más bien algo similar a
lo que dije con la danza: si no tuviera la creación de historias es altamente
posible que ya me dedicara de lleno a los archivos antiguos…
… Pero a los 32 años, sin casa ni
dinero, escribiendo ardorosamente para terminar “a tiempo” mis novelas (o sea,
dentro de los límites y fechas de entrega que yo sola me impongo, ejercicio
mental para fomentar en mi cerebro artístico y desordenado la práctica de la
disciplina), y buscando por todos los medios que sean conocidas, el pensar en
una segunda maestría me cae como una pequeña bomba que destruye letras…
Para el que le haya intrigado
esta idea de archivista, hay dos maestrías para entrar en ese ámbito, aunque
las dos requieren previa experiencia, así que un trabajo de medio tiempo o de
verano en la biblioteca local o en la de
la universidad de egreso nunca está demás. En el Reino Unido hay varias
opciones para maestrías de Archivología y Biblioteconomía, todas diferentes pero
todas de altísima calidad. Varían desde
el trabajo en las nuevas bibliotecas virtuales y el traspaso de archivos
físicos a archivos virtuales, hasta el trabajo directo con los archivos más
viejos del mundo, incluyendo obras literarias originales y documentos de museo,
para su catalogación y evaluación.
Además existen algunas maestrías de historia de la cultura en la que el
estudiante también aprende a trabajar con archivos, documentos y artefactos antiguos. De esta segunda maestría uno puede salir para
trabajar en museos (incluido el famoso British Museum, donde algunas
universidades tienen contactos para que los estudiantes hagan sus prácticas
ahí), en bibliotecas (normalmente las de la misma u otras universidades, pero
la British Library no queda excluida), sociedades de historiadores, secretarías
de cultura, el British Heritage o el equivalente en el propio país, continuar
en doctorado para ser profesor o investigador (o serlo en otros sectores sin
necesidad de doctorado, ya que esto siempre dependerá de la institución y el
país en donde uno desee radicar), o continuar de maestro en preparatorias o
diplomados.
(Súper anuncio para Gran Bretaña:
prácticamente todas las carreras, maestrías y doctorados habidas y por haber
existen en las islas británicas, y la calidad de las instituciones es de las
más altas del mundo, aún en universidades aún no tan conocidas. Para todo el que quiera y pueda, nunca dejaré
de recomendar el Reino Unido para su educación profesional.)
En fin, terminemos está entrada
de blog por hoy, la más larga hasta ahora pero espero que haya sido de mucha
ayuda para los que están en búsqueda y también para los que no ;)
Ahora, la situación que crea esta entrada de blog es que esa
es la parte de mi elemento que encontré: la organización; por eso comienzo
hablando de lo mucho que me satisface acomodar ciertas áreas de la casa, y me
entusiasma pensar que la literatura y la organización de ambientes no son
mutuamente excluyentes. Además, parte de
mi elemento efectivamente implica leer historia y filosofía en dosis
experimentales, así que aún sin hacer esa segunda maestría, lo puedo seguir
haciendo como una manera de satisfacer esa necesidad vital de mi
creatividad… ¡sobre todo porque gran
parte de mis novelas cuentan con elementos históricos!
En fin (de nuevo) es
todo por hoy… disfruten el fin de semana
y nos vemos el próximo viernes…
Cheers!!