Era el final de la saga. Entonces, en
Hogwarts, para celebrar la pelea final, decidieron hacer el evento tipo premiere,
y pidieron a cada uno de los involucrados que desfilaran por la alfombra
roja. Seguidores de un bando y del otro
aplaudían y echaban porras cuando su preferido aparecía.
Resultaba que Harry tendría que traspasar su
poder de matar a Voldemort a la persona que eligiese; primero lo intentó con
Hermione, quien utilizo sus habilidades intelectuales para crear un laberinto
en la biblioteca. No funcionó, así que lo intentó con Ron.
Fue justo en el momento en que los personajes
desfilaban por segunda vez por la alfombra roja, y más específicamente en el
momento en que Voldemort se acercaba a besar a dos chillantes brujas en la
mejilla, que desperté y me percaté de que por más dotes de literata que pudiera
yo tener, me es virtualmente imposible crear un fanfic aun entre sueños.
(Comparto ésta narración en lugar del escrito
correspondiente a Newcastle en parte porque por la premiación de mi mamá y la
boda de mi prima el tiempo me quedó corto, y en parte porque m la encontré entre
mis notas de un taller de la Maestra Ángela Rosas, quién será agradecida
personalmente en la entrada correspondiente a los instructores de diversos
talleres en unas semanas, y pensé que sería divertido compartirlo aquí. El escrito de Newcastle vendrá la próxima
semana… Cheers!!)
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