sábado, 10 de mayo de 2014

El momento perfecto


Miles away from light at noon

Total eclipse of the moon

Many reasons to believe in life

Just listen to what’s telling you.

Enigma

 

 

No hay momento perfecto.  No me malinterpretes, no soy una fatalista o una pesimista; ni siquiera, para ser completamente sincera, soy una realista.

            Pero no hay momento perfecto, y cuando miras el cuadro objetivamente y te das cuenta de la veracidad de esta frase, créeme que puedes obtener muy buenas risas de aquellos momentos que en su impertinente momento devinieron perfectamente imperfectos.

            Qué risa de aquel primer beso, el primerito de todos, que te dieron bajo la luna llena, caminando a un lado de un río italiano, y que con un lengüetazo que te escamó hasta los huesos mandó luna, río y hasta Italia a la basura.

Qué risa de aquel momento en que te sentiste liberada y te sentaste en una de las bellas y tranquilas placitas del centro de Querétaro para empezar a escribir lo que tu dulce alma inspirara y que llegan los jovenzuelos de un conocido partido político con sus matracas, sus silbatos, y hasta sus mentadas al partido opuesto para sacudirte la inspiración hasta el suelo.

Qué risa de aquel momento en que tú, con tu licenciatura en Relaciones Internacionales y tu extensivo conocimiento de Gran Bretaña, le dijiste al presidente de la Asociación de Educación del Reino Unido en México que uno de tus autores favoritos de Inglaterra es Oscar Wilde.

Qué risa de todos aquellos besos que no te dieron, inspiraciones que no salieron y, definitivamente, de todas aquellas metidas de pata –que no se pueden denominar de otra manera más que así mismo-, que no te dejaron dormir por días seguidos.

Qué risa.

Espera…  creo que quizá deba retractarme.  Me vienen a la mente imágenes, imágenes bellas y de todos tipos de momentos.  ¿Qué hay de aquel momento en el rancho, mientras dormitas en una hamaca al atardecer, cuando ya no hay luz suficiente para seguir leyendo, y escuchas las voces de tu familia, las risotadas que provienen de la mesa al aire libre en la que siempre hay comida, pregunta tu hermana por ti, va tu mamá a buscarte, te acaricia el pelo y te habla suavecito?

¿Qué hay de todos aquellos momentos de risas compartidas con amigos que siempre guardarás en tu memoria, con los de la infancia, con los que conociste por un año de tu vida o con los que todavía están?

¿Qué hay de aquel momento en que tuviste la conciencia de que a través de la lente del telescopio aquel objeto brillante que veías era Antares, y te sentiste diminuta, insignificante en comparación, pero tan profundamente satisfecha?

Qué felicidad aquella, qué perfección.

Pero, curiosamente, en esos momentos no se está buscando la perfección.  Quizá sea por eso que esos momentos sí son perfectos…  Sí hay momento perfecto.

2 comentarios:

  1. Por supuesto que los hay! Estamos de acuerdo....

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    1. Definitivamente! Además, creo que parte de lo que lo los hace perfectos es lo efímero de los momentos: son breves y luminosos, para que los podamos detectar y disfrutar con verdadera intensidad... :)

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